jueves, 28 de agosto de 2014

Asones jeeefe.

“Y como decía Napoleón: El que parte y reparte, le toca su Bonaparte.”
Cantinflas.


Cuando era niño, era un acontecimiento ir al cine. Creo que si lo hacíamos una vez por año era bastante. Tal vez recuerdo mal, pero es lo que recuerdo. Así que las películas que veíamos, o eran las que pasaban en el canal 5 o el 2, de la tele abierta, las que rentábamos en alguno de los videoclubes de la colonia o las que mi padre nos compraba en la fayuca (videos pirata).

En el canal 5, los sábados, vimos las cintas de Stallone, Van Damme, Willis, Schwarzenegger, Seagal, las trilogías del Karate Kid y Volver al futuro, y un montón de películas más. En el canal 2, sólo había dos opciones, que nos gustaran claro está: de Pedro Infante y de Cantínflas.

Y bueno, la cosa es que cuando estás tan expuesto a lo mismo durante gran parte de tu infancia: o terminas asqueado o te vuelves fan. A mí, como ya se sabe, me pasó lo segundo. Y me volví un fan incondicional tanto de Pedro, como de Cantinflas.

La película con la que más recuerdo haber reído en mi vida es Ahí está el detalle, que ya vi de grande, no recuerdo haberla visto en mi infancia. Pero toda su filmografía me ha hecho reír y lo sigue haciendo. Y claro, están sus clásicos filmes que se exhiben mucho más que otros menos favorecidos: El Padrecito, El Patrullero 777, El Analfabeto, El Ministro y yo, Su excelencia, El Profe, entre otras.

Debo decir que existe una gran diferencia entre sus primeras películas, en blanco y negro, y las posteriores, a color. Las primeras, mucho más frescas, irreverentes, genuinas; el "peladito" en todo su esplendor, físico y lingüístico, con su pantalón a media raya y su infaltable "gabardina".

 En sus películas de color, el peladito está extinguido. Cantinflas es ya parte del sistema. Es quien pone orden, quien reparte moralejas. Ya no es quien provoca los disturbios, es quien los corrige. Convertidas en panfletos aleccionadores, sublevadas por el gran Cantinflas y sus aún disparatados diálogos. Aún así, más por tradición, supongo, esas películas también me siguen gustando mucho, sobre todo El Patrullero 777, con Lupita "la pingüis".

Sería ocioso hablar sobre lo grandioso que fue, para algunos, al menos. Porque también tiene sus detractores. Que si fue o no fue, que si hizo o no hizo, que si Tin Tan fue mejor, con mejores dinámicas. No lo sé, pero no me importa. Lo que yo veo me parece grandioso.

Este mes se cumplen años de su nacimiento (102). También está próxima a salir una película biográfica, protagonizada por, pecado mortal, un español. Cómo se les ocurrió semejante barbaridad. Cómo dejan que un español mancille el recuerdo del mejor cómico de México. Vestiduras rasgadas y rímel corrido, ante la osadía del director. El elegido, el usurpador, Oscar Jaenada, el de Noviembre.

En todos lados se cuecen habas, recuerdo haber leído a algún español quejándose de que Guillermo del Toro hiciera una película sobre el fascismo en España (El laberinto del fauno). Aunque también hay niveles, no recuerdo haber sabido de quejas sobre que Daniel Day Lewis fuera a ser Lincon.

Ya vi el trailer de la película, y me dieron aún más ganas de verla. Según yo, la iban a estrenar en agosto, pero parece que será hasta octubre. Habrá que esperar. Mientras, el viernes quedé de ver con Gil Los tres mosqueteros, la de Cantinflas, claro está.


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