Si pudiera elegir en qué tipo de persona
reencarnar en una siguiente vida, casi sin dudarlo elegiría ser músico. No
cualquier tipo de músico, me gustaría reencarnar en roquero. Pero no sólo
roquero, quisiera ser el vocalista de la banda. Poca cosa. Me parece desde mi
muy pequeño punto de vista, que las experiencias de un cantante de rock son
extraordinarias.
Intento dimensionar qué se sentirá cantar
una canción creada por ti mientras 30000 personas la corean alucinadas. O que
después de 30 años de tu último gran éxito te reciban con cariño sincero y
sigan cantando a tu lado esas viejas canciones que se resisten a morir. O que
cientos de mujeres deseen tener sexo contigo. Debe ser maravilloso.
Apunté a lo más alto, lo sé. Ese sería el
ideal, aunque me conformaría con formar parte de algún grupo de otro género,
que guardando las distancias, las experiencias deben parecerse mucho: mujeres,
alcohol, excesos, idolatría, y el poder cantar a pesar de todo.
Creo que los músicos y deportistas viven
haciendo lo que les encanta, o eso me gustaría pensar, que les pagan por hacer
eso que harían sin recibir un peso, que esa pasión tan intensa no es sólo un
hobby para cuando haya tiempo. Que no tuvieron que cambiar el sueño de su vida
por el pan de cada día, como dijera Cabral.
Será que por eso me gusta tanto el
karaoke. El micrófono y yo sin importar lo que los demás piensen.
Live fast die young and
live for ever.
No hay comentarios:
Publicar un comentario