miércoles, 30 de marzo de 2016

De los supuestos placeres culpables



No creo en los Placeres culpables. Si algo me causa placer, por qué tendría que causarme culpa (bueno, mientras no sea algo ilegal y/o inmoral; que si tuviera deseos incestuosos o pederastas, si estaría totalmente avergonzado).

No me parece. Pienso que es mas un término de lo más snob y elitista que existe: Yo, que soy una persona “culta”, “inteligente”, “vanguardista”, “conocedora, en toda la extensión de la palabra”, vamos, un “intelectual”; no puedo admitir, así como así, que me gusta escuchar a Bronco o a Los Temerarios. Pues qué pasó, eso es pa los nacos, no para mí. Si soy tan pero tan maravilloso por qué me gustaría algo tan común o corriente.

Una persona cool como yo, está totalmente en contra de la industria Disney y de todo lo yankee, de Televisa y su mafia, de la música comercial, del cine comercial; yo puro “cine de arte”. Yo soy de los que tiene Ideología propia. Ah chingá, ¿y eso con qué se come?

Entonces, no puedo decir que me reteencanta “El rey león”, y hasta me hace llorar cuando muere Mufasa; o que el día que vi, por supuesto por error, “La familia Peluche”, me pareció divertido; hasta solté dos o tres carcajadas.

Noooooo, tanto me he esforzado por demostrar que soy diferente. Que soy original. Qué va a decir la gente.

Es más sencillo decir que es un placer culpable que tengo. Algún defecto tenía que tener.

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