miércoles, 2 de noviembre de 2016

Calaveras


Me gustan las calaveras, las calaveras literarias. Me gusta escribir calaveras.
Aquí algunas.

Esta es del año pasado. Organicé un intercambio con la familia de mi papá. Fue divertido. Debió ocurrírseme antes.

Declamando un buen poema se encontraba Napoleón
a su Chavela querida que no lo estaba escuchando
dijo cosas muy sentidas, creó gran consternación
que hasta a Mundo, Julio y Jaime los sorprendimos llorando.

La Parka estaba en problemas, necesitaba abogado,
confundió a unos estudiantes con narcos y malandrines;
el licenciado de Tixca muy pronto fue convocado,
se lo llevó como andaba no traía ni calcetines.

Aguanta linda calaca, hay que parar a almorzar,
nomás dos que tres taquitos me esta chillando la tripa;
deja le aviso a Chavela no se vaya a encabronar,
en ese puesto de enfrente dan la mejor longaniza.

Polo se fue con la muerte, ya descansa en el panteón
fue a litigarle en ayunas para salvarle el pellejo;
más sabe Polo por viejo, la salvó en cuanto llegó,
los jueces ya lo conocen, le tienen mucho respeto.

Ahora Chavela le llora, no tiene con quién chismear
y aunque Viole es viborona, no tiene el mismo veneno,
todos los López lo extrañan, ya nadie va a declamar,
sólo que una de las Kikis lo demuestre un día de estos.


Esta es de hace como 14 años para un querido profesor:


Se encontraba el doc Mauricio en plena discusión,
cuando llegó la calaca y lo encontró consternado;
porque echando madres contra la globalización,
se dio cuenta que sus alumnos ya estaban globalizados.

Hablaba de las mierdas que hay en la televisión,
y que quienes las veían estaban idiotizados,
la flaca le dijo: qué tienes contra la diversión,
por qué a Adal y a Derbez los tienes satanizados.

Aguántala Parca, no te pongas como La Gorgona,
mira que la situación, está poco más que cabrona,
y aunque te sientas que eres la mera mera chingona,
siempre a la hora de la hora, eres medio sacatona.

No me lleves pinche flaca: yo soy cuate de Montiel,
alardeó el doctor Mauricio ya todo desesperado;
y la flaca ante estas nuevas tuvo tal indecisión,
que se fue sin el doctor, él sólo le dio un papel,
en el cual claro decía: yo estoy muy bien amparado,
por las palancas que tengo arriba en gobernación.

Así es como el buen Mauricio se le escabulló a la muerte,
y sigue dando sus clases sin la mínima presión,
y aunque todos sus alumnos están en la perdición,
no les queda más remedio que resignarse a su suerte.



Quizá del mismo año que la anterior (2002) a otra maestra:

Tratando de encontrar el sexo de los querubines
Gaby Bernal se encontraba investigando
muchos libros y textos estaba consultando
para saber la verdad sobre esos pequeñines.

La calaca la encontró muy reflexiva
y creyó que ya presagiaba su muerte
por lo que pensó que tenía muy buena suerte
al hallar a esta profesora tan pasiva.

La parka pensó que Gaby se mostraría respondona
recordando sus años de estudiante marxista
hasta la creyó militante feminista
más Gaby ya no es de ningún modo activista
ahora es una tranquila madre y educadora.

Gaby se fue sin respingar al panteón
sus alumnos aplaudieron gustosos la decisión
pues ante tan alto índice de reprobación
lo mejor es que ella esté bien guardada en un cajón.


Esta es de hace dos años para mis amigos de Ultraversal, con sus grandiosas respuestas de Morgana y Gavrí:


Prosistas y poetas, ninguno se ha salvado
de la puntual visita de la muerte;
llegó sonriente, el día menos pensado,
retecontenta, pelándonos los dientes.

Quería la flaca vengar a los caídos,
de los que oyó constantes, tantas quejas;
esos Ultraversales tan creídos:
que si pon una coma, y ve la sinalefa.

Pasó doña huesuda primero por España,
a Madrid donde vive la fenomenal Morgana;
por Mabel, Luis, Mariví, Ayla y por Arantza,
a Carmen, a Martín y al que le dio la gana.

Después pal cono sur, presurosa la flaca,
donde se mueven otros Ultraversales
artistas, bohemios, incluso intelectuales:
Silvio, Rosario, Mirella y Silvana, ya han estirado la pata.

A Ovidio se lo cargó, nomás de pasadita,
y tomó para México, con mucha precaución;
a Gonzalo y Gildardo que estaban borrachitos,
con todo y su tequila, también se los chingó.

Contenta ya se iba, pero faltaba uno,
con todo su pesar para Kenia tomó,
y ahí estaba Akhenazi, mostrándole los dientes:
usted dirá señora, yo con gusto me uno,
que este mundo de mierda, ya de loco lo aguanto,
y sin los compas ultras, que hueva, ni se siente.

La calaca celebra el botín adquirido,
ahora todos los ultras se encuentran descansando;
en la red ahora a nadie le queda el ego herido:
todos son escritores, ya lo están celebrando.


De un sólo tiro el mexica
se ha cargado Ultraversal,
no ha dejado del panal
ni una furiosa abejica.
Sin dudar nos sacrifica
y nos envía a la tumba,
mientras la tierra retumba
porque el Arte se perdió.
Con la Parca se ennovió
y ahí está bailando rumba.
                                   Morgana de Palacios

La Parca andaba jodida
porque no encontraba novio
y con la verija en llamas
frecuentaba los velorios.

Llegó a Ultraversal la flaca
y con sus ojos de cóndor
seleccionó presa a presa
a un compañero dichoso.

Y allí, señores, Gildardo,
nuestro Gildo, bravo mozo,
le escribió un ensayo entero
y la enamoró de pronto.

Se transformó Gildo en Parco
de viril multipropósito
porque sedujo a la Muerte
con su huesudo abalorio.

Y así nos enterró juntos
a callados y chismosos,
a justos y a pecadores,
para empezar el bailongo.

Todos de fiesta en la tumba
celebramos el casorio.
                                  Gavrí Akhenazi


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